viernes, 14 de noviembre de 2014

Los dos "quereños"

Existe, en ocasiones, una conexión con las personas que no sabemos si es fortuíta o causal. Llevo días detrás e contar esta entrañable anécdota que surgió en el contexto de la Psicoterapia Grupal de pacientes de avanzada edad que dirijo. Invité al mismo, como tengo costumbre hacer, a uno de los pacientes más veteranos del Hospital del que ya he hablado en más de una ocasión : Una de las veces, le dediqué esta Entrada : "Un cocido muy especial" http://afrontandolesionmedular.blogspot.com.es/2013/11/un-cocido-muy-especial.html. Me refiero a Antonio Castro Voces que sufrió la lesión con 19 años y lleva los 40 años del Hospital tetrapléjico.

Antonio Castro Voces
En el Grupo se encontraba un paciente natural de Quero (Toledo), Alejandro Magro, que comparte con Antonio la denominación ya que Alejandro es un "quereño" y Antonio es natural de Quereño (Ourense). Así que, sin quererlo, los dos quereños se encontraron. Fue una sesión que parecía más una tertulia literaria que una sesión de tratamiento psicológico aunque yo me pregunto ¿dónde acaba y dónde empieza el tratamiento psicológico?.

Alejandro Magro "el quereño", a punto de cumplir el próximo mes 89 años, recita increíblemente bien. Recordarán los seguidores del blog que ya le dediqué una Entrada "Mentes privilegiadas" http://afrontandolesionmedular.blogspot.com.es/2014/10/mentes-privilegiadas.html

Si ese poema me dejó perpleja este que cuelgo aquí nos dejó a todos y Antonio propuso que se hiciera una grabación a Alejandro. De momento, cuelgo aquí una de las poesías que nos recitó relativa a un hombre que se casó en tiempos de la guerra española :

"El día que me casé
sólo tuve una ilusión
educar bien a mis hijos
y tener jubilación

Trabajábamos muchas horas
y ganábamos cuatro perras
eran los años del hambre
cuando terminó la guerra

Mi mujer me animaba
a ver si ya te jubilas.
Llegó la jubilación
y estoy cobrando la paga

Ahora cobro todos los meses
aunque no trabajo nada
mi mujer me dice un día :
marido que bien te veo
vamos a vivir ahora 
como Julieta y Romeo

Esto es una vida nueva
viva la tercera edad
pero ninguno pensamos
que es una trampa mortal

Muere uno de los dos
el que gana es el primero
al que queda se le caen
los palos del gallinero

A este lo cogen por meses
y no le dicen por qué
pero luego viaja más
que el baúl de La Piquer

Según van pasando los meses
tu ves que allí no hay alegría
y oyes decir a la nuera
en vez de un mes, quince días

El abuelo tose mucho
por la noche, como ronca
y tu ves que por tu culpa
todos los días hay bronca

Y oyes decir a la nuera
no aguanto más a tu padre
he perdido la paciencia
si no quieres que me vaya
llévalo a una residencia

El hijo coge a su padre 
y lo lleva a la residencia
el padre permanece allí
solitario, como un perro
algún tiempo van a verlo
pero según pasan los años
le abandonan a su suerte

Llega un día que te mueres
y te traen a enterrar
al cementerio del pueblo. 
te rodean de coronas
el ataúd, de primera
después de la liebre ida
palos a la madriguera

Estos hijos tan modernos
que a sus padres no toleran
piensan que han venido al mundo
de lo alto de una higuera

La vida pasa volando
pasa sin rumbo fijo
lo que tú hagas con tus padres
harán tus hijos contigo"

Alejandro Magro

Saquen los seguidores sus conclusiones después de leer esto que con tanta astucia y sabiduría popular supo escribir nuestro poeta Alejandro. 

2 comentarios:

aurelio blanco trincado dijo...

iNSPIRADISIMA POESIA DEL "OTRO" QUEREÑO LA INSPIRACIÓN LOS UNE AL POETA Y AL ESCRITOR CADA UNO EN SU ESTILO. COMO AMIGO DE ANTONIO CASTRO VOCES Y COMPAÑERO EN EL INSTITUTO DE ESTUDIOS VALDEORRESES DEL QUE ES "MIEMBRO DE MÉRITO", NUESTRO AGRADECIMIENTO POR LA LABOR HUMANITARIA Y SOCIAL DE ESE HOSPITAL Y DEL MARAVILLOSO PERSONAL DEL MISMO. UN CORDIAL SALUDO.
Aurelio Blanco Trincado
Presidente del Instituto de Estudios Valdeorreses.

Afrontando la lesión medular dijo...

¡Qué sorpresa leer un comentario en esta entrada que edité hace más de seis años!.

Hace tiempo que no se nada de Antonio Castro y del otro "quereño" nunca volví a saber de él.

Gracias, Aurelio por comentar.