sábado, 20 de julio de 2013

Resiliencia Familiar

La "Resiliencia Familiar" se define como : "El conjunto de procesos de reorganizaciones de significados y comportamientos que activa una familia sometida a estrés para recuperar y mantener niveles óptimos de funcionamiento y bienestar, equilibrando sus recursos y necesidades"(*).

No es la primera vez que en el blog hago alusión a la resiliencia y al papel de la familia. Casi siempre he hecho refrencia a la resiliencia en relación con el paciente pero apenas le he dedicado un espacio al "familiar resiliente" y, sobre todo, a los factores que hacen que unos lo sean y otros no. Estas reflexiones son eso, reflexiones, y no una aproximación científica al tema. Me las hacía ayer, nuevamente, cuando veía estilos tan diferentes de afrontamiento por parte de la familia y a propósito de algunas convesraciones mantenidas tanto con un médico como con un paciente.

Me pregunto qué factores intervienen en el modo y estilo de afrontamientos que hacen que haya familias aparentemente con "buen afrontamiento exterior" (se las ve cuidadas-arregladas, es más, impecables, solo fachada y pos) pero con pocos recursos para "salir airoso" de una situación adversa. En cambio, otras, lo llevan con tal "deportividad" que no deja de asombrarme.

El artículo que menciono diferencia entre la "resiliencia de mínimos", un proceso dinámico de adaptaciones positivas dentro de un contexto de significativa adversidad y "resiliencia de máximos" como aquélla que no se limita a la recuperación de la continuidad del equilibrio previo tras la crisis, sino que apuesta por la transformación y crecimiento. Es esta segunda a la que yo suelo hacer referencia. Inicialmente, las familias son muy escépticas y no creen posible un crecimiento postrauma ni pensar que la lesión les pueda venir bien ni encontrar aspectos positivos.
Con el tiempo, algunos llegan a darme la razón y a descubrir en ellos mismos potencialidades que desconocían..

Hoy tengo que agradecer a Ana, una familiar resiliente, su activa participación en la Sesión de Terapia Familiar. Todo un modelo de "resiliencia de máximos"que ha servido de gran apoyo a los familiares, muchos de ellos recién estrenados en la lesión medular.


(*)  " Resiliencia Familiar : Un enfoque de investigación e interpretación con familias multiproblemáticas" (Esteban Gómez y María Ángélica Kotliarrenco, 2010).

6 comentarios:

"La Chica del Jardín" dijo...

Hola amigos!

Hoy hablamos de la resiliencia, bonita palabra que no había oído jamás, ¿resistimos todo lo que nos echen? no lo tengo tan seguro. Desde luego tengo claro que lo intentamos, y después de los duros comienzos nos hacemos fuerte y vemos la vida de otro color, verde esperanza...

No se si seré resiliente, pero... lo intento día a día, nada me hace más feliz que ver a Manuel avanzando día tras día, intentando cada minuto una nueva acción que antes no era capaz de hacer, hoy cojo una patata frita, mañana una aceituna con palillo, pasado... como solo, subo una rampa, escribo... y mi sonrisa se hace cada vez mayor. ¡Claro que cambia nuestra vida! se transforma en una vida POSITIVA y cargada de ILUSIÓN, EMOCIONES, ALEGRÍA...

Esta es mi pequeña aportación, caminar mirando hacia adelante, sin mirar un futuro lejano, simplemente disfrutar del presente.

Hace unas horas, Manuel ha empezado a hablar con unas familiares de la planta, les ha dado una auténtica lección de VIDA, su visión particular, hemos acabado todas (eramos chicas de diferentes edades) con lágrimas en los ojos y achuchando a nuestro Chico del Jardín, ¡Eso es una gran transformación, si señor!

Afrontando mejor o peor, tenemos que mirar de forma positiva hacia el resto de nuestra vida, intentando plasmar en nuestros actos todo lo aprendido, que es mucho, dando nuestra visión de la VIDA allá por donde nos lleven nuestros pasos, después de esta experiencia que nos durará el resto de nuestra existencia.

Besos toledanos resilientes

Felipe dijo...

Yo si conocía la resilencia en los materiales de construcción. Es la capacidad de recuperarse sin romperse.
Claro que en las personas no es algo muy diferente, es la capacidad de recuperarse sin romperse anímicamente.
Hay otro concepto asociado a la resilencia de los materiales, la tenacidad, que marca el final de la capacidad de deformarse elásticamente.
También en las personas podemos apreciar su tenacidad.
Aprendamos a ser resilentes y tenaces, que buena falta nos hace.
Abrazos toledanos.

Afrontando la lesión medular dijo...

Tú, "Chica del Jardín" eres como Ana de "resiliencia de máximos". Lo has demostrado con creces y creo que entre Manuel y tú estáis generando resiliencia a vuestro alrededor y en vuestro entorno más cercana.

Afrontando la lesión medular dijo...

Efectivamente, Felipe, el término resiliencia se aplicó antes que nada para hablar de la resistencia de materiales. La tenacidad aplicada a ellos, en cambio, no la conocía.

La rehabilitación se ha apropiado del término como un recurso poderoso para enfrentar situacíones adversas.

Ojalá y que no hubiera que hacerse resilientes y tenaces a costa de una lésión medular.

¡Espero que seáis capaces de "resistir" las altas temperaturas y las adversidades climatológicas en los días que os quedan. ¡Buen fin de semana!.

Anónimo dijo...

Cuando hablan de este tema me surgen mas dudas tanto en el libro como en el blog, he conocido a familias que han ayudado mucho al lesionado, a tal grado que hay algunos que viven solos e incluso han terminado sus estudios.

Pero que pasa cuando por ejemplo:
¿ el lesionado era el cabeza de familia el que tomaba las decisiones?
¿Qué pasa cuando el lesionado no ayuda mucho, osea no colabora?

Creo que también depende mucho de eso no crees?

También cuenta mucho como son las familias, algunas son muy allegadas, otras son muy alejadas, no se, creo que cada familia es diferente y depende en donde crezcamos así será la resilencia que demostremos ante cada situación.

Lo que si es cierto, es que yo me emociono mucho al ver que se pueden lograr cosas, y como la lesión ha unido a familias, veo las fotos, los comentarios y me alegro.

Abrazos desde México

Adry

Afrontando la lesión medular dijo...

Es verdad que no debemos de caer en la generalización, Adry.

El lesionado/a que era el centro y motor de la casa y tomaba las decisiones, no debe de dejar de serlo por el mero hecho de que su movilidad se haya visto reducida. Otro tenma sería si a esa pérdida de movilidad se le sumara la merma cognitiva o daño cerebral.

A veces la familia es resiliente pero el lesionado no se supera ni afronta. es verdad. Solo nos queda paciencia y dar tiempo al tiempo como venimos diciendo.

Ayer me dijo un familiar que su hijo (no asume la situación ni quiere vivir con las secuelas de la tetarplejia) por fín salió a la calle y todo forzado por un amigo que le preparó una "fista-salida". Accedió y rompió el cascarón que necesitaba para ver la luz. Por eso cada vez tengo más esperanza y soy menos escéptica de las recuperaciones a largo plazo.