sábado, 20 de octubre de 2012

Cuando la puerta es la única salida

Aunque inicialmente el lesionado y su familia se ven sumidos en un pozo sin fondo cuando la lesión medular irrumpe, de forma imprevista, en sus vidas, ya comenté que siempre hay salidas (ver entrada "Siempre hay salida").

Ya he hecho alusión a las variables implicadas en el afrontamiento de una pérdida, siendo la personalidad previa del l.m. y el apoyo familiar las dos más determinantes (más que el alcance de la lesión). Si a esto le sumamos que el l.m. no tenga que hacer demasiados cambios y pueda conservar su familia/pareja, no cambiar de lugar de residencia, no perder su status y ser capaz de matener su empleo, todo será más fácil de asumir. Si, por el contrario, la lesión adquirida conlleva un grado casi total de dependencia física, la pareja se rompe y la familia falla, la situación puede llegar a ser desesperada.

Ayer me visitaba una paciente cuya situación es la que describo. Comentaba que el momento en el que, realmente, se siente libre es cuando abre la puerta de su casa y sale. Esto es lo único que puede hacer sola y echándole mucho coraje. Aún es capaz de disfrutar de las pequeñas cosas, de la gente y de la pintura, actividad en la que ha visto que puede crear algo.

La situación de casa es tan tensa e insostenible que tiene que salir a "buscar fuera lo que no le dan dentro".

Siente ser una carga para los suyos a los que ve infelices, cansados y quemados. Seguramente que también están influyendo factores de personalidad, a los que hacía referencia antes, debido a que no ha sido capaz de adaptarse a ninguna Asistente Personal. Es por ello, que ha solicitado plaza en una residencia para liberarlos y liberarse. Siente, al mismo tiempo, que no aporta nada y que solo recibe reproches. Su lesión le pasa factura todos los días.

Afortunadamente, el porcentaje de lesionados medulares con una situación "desesperada", es pequeño. Espero que no aumente si el "Estado de Bienestar" pasa a convertirse en "Estado de Malestar" si la Ley de Dependencia no puede alcanzar a las personas que más lo necesitan. Nuestro colectivo de personas con diversidad funcuional serán los que más se resientan.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En algunas ocasiones he visto, algún gesto de molestia cuando el l.m solicita algo que no esta a su alcance.

Como bien dices influyen muchas cosas, pero sin duda, creo la personalidad tanto de la familia como del lesionado, son difíciles.

Sinceramente no se si mi amigo esta en esta situación, supongo que solo son momentos, pero sin duda, a veces pienso que pesa a la familia.

Adry.

Afrontando la lesión medular dijo...

La personalidad juega un papel muy importante. Todos conocemos personas que no se adaptan a nada ni a nadie. Si a eso le sumamos una situación de dependencia va a tener mala salida porque va a ser difícil que cambien salvo que sean capaces de ver, como dicen algunos pacientes, que "la tetraplejia es la mayor lección de humildad que existe" y si se es capaz de "hacerse humilde" y pensar más en los otros que en uno mismo, puede que la adaptación sea más fácil.