jueves, 1 de marzo de 2012

Una mochila demasiado pesada

Los dichos, expresiones o refranes al uso suelen acertar en sus afirmaciones que han pasado de boca en boca y generación en generación. El popular dicho : "Que Dios no nos mande todo lo que podamos soportar" se oye en nuestro Hospital frecuentemente. Hay familias y pacientes muy "castigados" tras la sucesión de varias pérdidas relevantes en un corto espacio de tiempo y algunos sufrieron todas las pérdidas en el mismo accidente (de esto ya hablaré en otra Entrada).
Hay "malas rachas" y algunas de estas familias que sufren tantas situaciones adversas piensan, usando también una expresión popular, que "los ha mirado un tuerto".
Ante este panorama es fácil que pacientes y familiares vivan la lesión como un castigo y sientan que las "desgracias" no hicieron justicia. Esta misma mañana, sin ir mas lejos, una paciente compartía conmigo este sentimiento no entendiendo cómo a ella le había podido suceder algo así si ella era una "buena persona" y no había hecho mal a nadie.
Otras expresiones frecuentes son : "Las desgracias nunca vienen solas" o "Todo se junta".
Estas situaciones someten a quien las padece a una situación de estrés. El estrés es la respuesta a una situación que es vivida como una amenaza. Dentro del proceso de estrés la respuesta dependerá del alcance del mismo, de si es o no esperado y de si hay una o más de una causa que lo precipite. Holmes y Rahe cuantificaron en una Escala los diferentes tipos de estrés, considerando que, según la puntuación obtenida, la respuesta del sujeto irá en una  otra dirección. Así, la suma de varios estresores dará lugar a una situación tal que el sujeto expuesto al mismo se espera que reaccione con un mayor nivel de ansiedad, pérdida de control, entre otras reacciones adversas.
A pesar de todo, el hecho de haber estado expuesto previamente a una situación adversa prepara a la la persona para crisis venideras.
La lesión medular, no obstante, ya comenté que se considera uno de los acontecimientos más estresantes que, al inicio, sobrepasa de tal modo a quien lo padece directa (paciente) e indirectamente (familia) que parece impensable poder asumir.

2 comentarios:

Juan María dijo...

efectivamente la lesión medular te sobrepasa, pero luego pasa, (bueno, por ahí se queda).

Lo curioso es que luego hay circunstancias en la vida, que no tienen nada que ver con la lesión medular, que te estresan aún más,... o sea que siguiendo con el denostado refranero:
"a mal tiempo, buena cara"

Afrontando la lesión medular dijo...

Juan : me ha gustado eso de que la lesión medular"sobrepasa pero luego pasa". Es un mensaje estupendo para los que son nuevos en esto de la l.m. Una mirada en perspectiva es muy interesante y una visión positiva, de quitar hierro, como la tuya, también.
Cuando hago referencia a lo que de estresor tiene la lesión medular, no excluyo a tantas otras cosas que le ponen a uno también al límite. Esto explica que muchos l.m. vivan una vida mejor o de más calidad que muchos "viandantes" estresados y al límite de sus posibilidades.