sábado, 25 de febrero de 2012

Vivir con dolor

Según la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP), el dolor es una experiencia desagradable tanto a nivel sensitivo como emocional y que se asocia a una lesión real o potencial de los tejidos.
Cuando hablamos de dolor en el paciente lesionado medular, nos estamos refiriendo al dolor secundario tras una lesión sufrida en el Sistema Nervioso Central (S.N.C.).Es el dolor que se conoce con el nombre de "dolor neuropático" cuya clínica es bien conocida y los pacientes lo describen en términos de quemazón, hormigueo, dolor lacerante o punzante. Dicho dolor es continuo, aunque con oscilaciones en su intensidad, disestésico y, con frecuencia, se acompaña de descargas dolorosas intermitentes.
Según el alcance de la lesión, el dolor aparece en segmentos, grupos musculares o extremidades concretos. Resulta una experiencia muy desagradable en los casos de pacientes con lesiones cervicales altas el hecho de tener dolorida la única zona preservada o sensible.

Los tratamientos farmacológicos para el dolor son limitados y, en algunos casos, dejan al paciente en un estado de baja conciencia lo que no le permite disfrutar de las cosas. Por ello, la combinación con otras terapias se hace necesaria. El tratamineto del dolor debe ser pues, multidimensional y multidisciplinar.
Las terapias psicológicas abarcan un amplio abanico desde las Técnicas de Relajación, los Tratamientos Cognitivo-Conductuales, el Biofeedback, la Psicoeducación, la Psicoterapia de Apoyo Individual o Grupal y la Hipnosis.

La personalidad juega un papel determinante en el dolor lo que explica que ante el mismo umbral doloroso, la respuesta sea diferente en función del sujeto.
La atención que se presta el mismo sujeto o la que le prestan los familiares tambien influyen en el mantenimiento o desaparición de la clínica o sintomatología dolorosa.

En 1965, Melzack y Wall propusieron la "Teoría de la Compuerta o Puerta de Entrada" para explicar los fenómenos relacionados con el dolor. Esta Teoría explica como la mente desempeña un papel esencial en el dolor. Las puertas se pueden abrir o cerrar para dejar pasar o bloquear el dolor debido a un sistema que bloquea a nivel del S.N.C.. Este sistema abriría o cerraría las vías del dolor. Esta Teoría contempla, por tanto, la influencia no sólo de componentes fisiológicos sino también  psicológicos, cognoscitivos y emocionales que puedan llegar a regular la percepción del dolor y explica, además, por qué en situación de distracción, puede disminuir el dolor.

Llevar una vida activa, en la medida de lo posible, realizar acividades (distractoras o de ocio) que permitan apartar la atención del dolor, sería, si cabe, el mejor tratamiento. Ya hacía referencia a ello Manuel Ángel Bustó : "Decidí comprarme una autocaravana adaptada y cada vez estoy más enérgico, no me canso y me olvido de esa pesadez de dolores neuropáticos" (Afrontando la lesión Medular, pág. 277).
A pesar de todo, también en el caso del dolor habrá que dejar una puerta abierta a la esperanza de que el dolor, si no puede llegar a desaparecer, al menos se pueda ver mitigado con el tiempo y, en el peor de los casos, si no desaparece, aprender a manejarlo adecuadamente y saber convivir con él.

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