martes, 7 de febrero de 2012

Cualquier tiempo pasado fue peor

Hay una tendencia a creer que el tiempo que vivimos no es el mejor y nostálgicos y no tan nostálgicos piensan, como diría Jorge Manrique, que "cualquier tiempo pasado fue mejor".
Eduardo Punset se atrevió en su última obra :"Viaje al optimismo : las claves del futuro", a contradecir al poeta. En dicha obra y, ante el pesimismo imperante en nuestros días, afirma que "cualquier tiempo pasado fue peor". Ni que decir tiene que se han pasado grandes hambrunas, guerras y pestes que han asolado a la humanidad. Aunque en algunos países asistimos, temporalmente, a una época de "crisis", al menos en el primer mundo se ha alcanzado un considerable estado de bienestar.
El pasado mes de Noviembre, la madre de una chica que quedó tetrapléjica tras una accidente de tráfico en 2008 hizo una alusión a la frase de Punset en el curso de una Presentación para referirse a que el inicio de la lesión es duro pero que todo se va "normalizando" e integrando de nuevo en lo cotidiano. Lo que, en un principio, para ella revestía tintes catastrofístas, ha sido capaz de transformarlo en una experiencia de crecimiento y redescubrimiento entre ella y su hija. Hoy ha aprendido a mirar con perspectiva y a disfrutar de las pequeñas cosas. Aún se sorprende viéndose sonreir, haciendo uso del humor o disfrutando de un día de sol.
Cada vez oigo a más pacientes decir : "soy más feliz que antes de la lesión", razón de más para afirmar que el tiempo presente no tiene por qué ser siempre peor ni siquiera tras la adquisición de una lesión medular.
Algunos dicen que "solo se debe mirar para atrás para coger impulso"aunque la tendencia suele ser la de rebobinar y mirar hacia atrás pensando que las cosas se podían haber hecho de otro modo, haber evitado esto o lo otro.
Saber encajar los golpes de la vida es un ejercicio al que nos debemos aficionar como lo es el saber envejecer y jubilarse con júbilo.

6 comentarios:

CHELO dijo...

Evidentemente los tiempos que corren ahora mismo, no son los mejores, hoy por hoy pocos somos los que podemos decir que tenemos un trabajo y con ello podemos llevar una “vida” mejor o peor acomodada.
Tal y como comentas la historia de la chica tetrapléjica, yo misma te lo confirmo. Hoy por hoy, no cambio nada de mi pasado, incluyendo el accidente, por lo duro que suena. Es algo que te ayuda a ser FELIZ, ser dura en tus momentos flacos, miro atrás solo para coger impulso como dices en la noticia. Recordar cómo te dije cada día que me subo a un vehículo, a pensar lo que llevo entre manos.
LOS MALOS RECUERDOS LOS INTENTO CONVERTIR EN BUENOS Y VIVIR EL PRESENTE LO MEJOR POSIBLE.

horacio novello dijo...

Una vez vi un perrito que perdió sus patas traseras en un accidente. El perro no dejó nunca de ser un animal cariñoso y gracioso tal cual lo había sido. Movía la cola mostrando alegría cuando se lo llamaba e intentaba desplazarse solo con las patas delanteras.
Nosotros no solo deberíamos hacer por lo menos lo de este perrito. Estamos capacitados para más. El complicado mecanismo mental que tenemos debería jugar a nuestro favor.
Pero tenemos que reconocer que parte de esta readaptación para lograr nuestra plenitud tiene que ser ayudada. No solo por lo afectivo y la aceptación de los demás. Una sociedad que nos entienda y esté armada de alguna forma para que o podamos seguir trabajando o nos asista económicamente son escenciales.

Afrontando la lesión medular dijo...

Ya ves, Chelo, si te hubieran dicho antes de tú accidente lo que te iba a pasar y cómo lo ibas a encajar, nunca lo hubieras visto del modo que al final ha sido. FELIZ con mayúsculas ¿quién lo es?.
Veo que te has quedado con lo mejor de la lesión y has aprendido a apreciar el valor de las cosas que son verdaderamente importantes.
Creo que tú bebé, cuando nazca, va a ser muy afortunado de tener una madre como tú al nacer con un "Máster sobre el SENTIDO DE LA VIDA" debajo del brazo.

Afrontando la lesión medular dijo...

Horacio : yo tengo otra historia tan conmovedora como la tuya. Un perrito que se cayó y quedó parapléjico como su dueño aunque no tuvo la oportunidad de seguir luchando con la vida.
Ya lo creo que hay dos cosas que ayudan a hacer frente al trauma no menos importantes que el modo personal de entenderlo y éstas son : una posición económica más o menos acomodada y la sensibilidad del entorno en el que la persona, con diversidad funcional, se tiene que desenvolver.
A veces no ayuda tanto ese mecanismo mental tan elaborado que poseemos, al que tú haces alusión, porque en ocasiones lo que hace es intelectualizar demasiado lo sucedido y jugar en contra.
La ayuda de la Asistencia Personal para los que están más desamparados físicamente y no se pueden valer por sí mismos también es fundamental aunque me temo que la crisis meterá (ya la está metiendo) la tijera en las ayudas sociales.

Antonio dijo...

Mi pasado es distinto a mi presente y mi presente es distinto a mi futuro. Ni mejor in peor. Me gustaria, Como a todos no ser lesionando però es que viver anclado en el pasado me impide vivir MI VIDA.

Afrontando la lesión medular dijo...

Totalmente de acuerdo contigo.